CÓMO ACERCARME A DIOS

CÓMO ACERCARME A DIOS

“…Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien…” (Salmo 73:28).

Muy estimado lector: el haber llegado hasta aquí es una muestra del insondable amor de Dios hacia usted, a quien Él estima como una de sus maravillosas criaturas.

Dios le ofrece su profundo amor en todo tiempo. Pero como existe el “libre albedrío”, el humano puede aceptar o rechazar ese amoroso llamamiento. Le deseamos el mejor de los éxitos en esta bendita aventura.

GENERALIDADES.

El hombre es materia y espíritu. Con el aspecto material el humano se ocupa de lo concerniente al cuerpo: vestido, hogar, alimentos, trabajo, vehículos, familia, etc. Con el aspecto espiritual el hombre buscará fe, esperanza, paz y eternidad.

El cuerpo material comienza en el nacimiento y termina en algún camposanto. El espíritu vuelve a Dios que lo dio y el alma irá a la eternidad a recibir su recompensa, según lo que haya hecho, sea bueno malo. (Eclesiastés 12: 13,14).

DIOS SE ACERCA AL HOMBRE.

A orillas del río Támesis, en Londres, se yergue un antiguo monumento: aquel monumento egipcio que se llama “la aguja de Cleopatra”. Aquel monumento tiene 33 siglos de antigüedad, y originalmente ocupaba un sitio delante del Templo del Sol, en la ciudad de On, a orillas del Nilo. Este antiguo obelisco fue llevado a Inglaterra con mucha dificultad y enormes gastos.

Cuando los edificadores deseaban colocarlo en su nuevo sitio, para que quedase allí por unos cuantos milenios más, tuvieron la idea de dejar en los cimientos algún documento que tuviese gran interés para las generaciones futuras. ¿Y cuál fue ese documento? Pues, dentro de un jarrón depositaron copias de un famoso texto bíblico, en más de 200 idiomas. El texto al que atribuyeron tal importancia es este:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.  (Juan 3:16).

Dios se acerca al hombre

Dios se ha acercado a los hombres a través de visiones, por medio de profetas, e inspirándolos para escribir su voluntad; pero la más trascendental muestra de su amor fue enviar a su Hijo a dar su vida en rescate por el hombre pecador. Según San Juan 1: 14 “Aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

Toda la historia y los sucesos narrados en el Antiguo Testamento apuntan en una sola dirección: hacia el pesebre de Belén, hacia esa mañana llena de luz en que una nueva era de paz y redención saltó como un relámpago para beneficio del mundo, y para revelar al hombre la existencia de nuevos mundos.

Desde entonces, a lo largo de dos mil años, la imponente belleza y sencillez de las enseñanzas de Jesús, han recorrido las naciones señalando a los hombres la ruta segura hacia el reino de Dios.

Puedo escoger entre acercarme o no acercarme

EL HOMBRE PUEDE ESCOGER ENTRE ACERCARSE O NO ACERCARSE.

Cuando Yuri Gagarin completó su sensacional vuelo orbital alrededor de la tierra, Nikita Kruschev declaró que “Gagarin no había visto a Dios en el espacio”. Seguramente el líder soviético, ya fallecido, no estaba haciendo otra cosa que sacando partido de la posición marxista en contra de todo lo religioso.

Pero no nos extrañó que Gagarin no hubiera encontrado a Dios. Si no lo había podido descubrir en las obras de la creación en la tierra, tampoco lo encontraría en el espacio. El Nuevo Testamento nos afirma que “nadie ha visto a Dios jamás”. Así que la declaración no es nueva.

Por otra parte, cuando los tripulantes del Apolo 11 salían en su viaje espacial, al contemplar el globo terráqueo, en toda su imponente belleza, desde la distancia, prorrumpieron en una expresión de asombro y maravilla, repitiendo las palabras del Salmo 19: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”. La diferencia entre el cosmonauta y los astronautas estriba en que éstos ya habían descubierto a Dios en su experiencia mucho antes de partir en su viaje sideral.

Esto nos enseña una lección que se expresa muy bien en el viejo refrán: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Con relación a Dios, esto significa que no se puede probar su existencia a uno que no quiere creer. La misma Palabra de Dios nos dice: “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. (Hebreos 11:6). Es decir, que el requisito básico para conocer a Dios es la fe. Sin ella no es posible tener ni una pizca de conocimiento de Dios.

El escritor Alejandro Pereira Alves, gloria de las letras latinoamericanas, testifica que se volvió ateo después de leer libros de autores materialistas. Después leyó obras de un famoso autor creyente, Camilo Flammarion, y volvió de nuevo a creer en Dios. Después al comparar ambos caminos, dijo: “Cuando era un incrédulo tenía muchas preocupaciones. Como deseaba cosas que no podía conseguir, debido a las circunstancias desfavorables en que me hallaba, me afligía demasiado. Mi existencia se había convertido en una carga bastante pesada. Un descontento perenne roía mis entrañas, como los cuervos de la fábula de Prometeo.

“Tan pronto me hice cristiano, esas preocupaciones fueron lentamente disminuyendo, debido a mi fe en Dios y al ánimo de hacer frente con valor a los problemas de la vida.

“Tengo una fe sencilla. No discuto teorías ni principios doctrinarios de esa o aquella secta religiosa. Me limito a creer en Dios y a confiar en Cristo que murió por mí en la cruz del Calvario.

“No daría mi actual fe religiosa ni por un millón de dólares. Mi fe en Cristo me satisface y con eso me basta”.

EL HUMANO DEBE DAR PASOS PARA ACERCASE A DIOS.

Un pastor y un barbero ateo se encontraban caminando por los barrios pobres de una ciudad. El barbero le dijo al pastor: “Esta es la razón por la cual no puedo creer en un Dios de amor. Si Dios fuera tan amoroso como dicen que es, no permitiría tal pobreza, tanta enfermedad y tanta desesperación. Él no debía permitir que esos vagabundos fueran unos adictos a las drogas y a otros vicios, que les destruyen la personalidad y el carácter. No, no puedo creer en un Dios que permite tales cosas.

El pastor guardó silencio, hasta que se encontraron con un individuo con la ropa sucia y el cabello completamente descuidado. Su pelo le colgaba hasta la espalda enmarañado y cerdoso, y la barba se veía tiesa e hirsuta. Entonces el pastor dijo:

“Yo no puedo creer que usted sea un excelente barbero. Si usted fuera un buen fígaro, no permitiría que un hombre como ese continúe viviendo en este barrio sin que alguien le corte el pelo y lo rasure”.

A lo que el barbero, indignado, contestó:

“¿Por qué me echa la culpa de la condición de este hombre? Yo no puedo evitar que él sea como es. Él nunca me ha dado la oportunidad de ayudarle. Si él viniera a mi barbería, en un santiamén lo arreglaría de tal forma que se vería como todo un caballero”.

El pastor, entonces, dándole una mirada penetrante y una palmadita, le dijo:

¿Se da cuenta por qué no puede echarle la culpa a Dios? Porque la gente insiste en andar en los caminos de maldad, aunque Dios continuamente está invitando a los hombres a que acepten su salvación. La razón del porqué esta gente permanece en la esclavitud de sus pecados, malos hábitos y vicios, es porque rechazan a Aquel que les ofrece un mejor camino y envió a su Hijo que murió por salvarlos y libertarlos”.

El barbero vio con toda claridad el punto que quiso enseñarle el pastor.

El ser humano debe anhelar acercarse a Dios. Debe ser un deseo vehemente de tener amistad con ese ser Todopoderoso, Inmortal, Invisible, Eterno, Inmutable, Creador de todas las cosas, que conserva y gobierna todo con omnipotencia y sabiduría. El hombre es la “corona de la creación”, “hecho un poquito menor que los ángeles”, y Dios lo ama y desea hacerlo su hijo y seguro ciudadano de su reino.

LA ORACIÓN: UNA FORMA DE ACERCARME A DIOS

Una niña iba con sus padres a la iglesia y participaba de todas las actividades infantiles de esa comunidad cristiana: fiestecitas religiosas, competencias bíblicas, versículos de memoria, himnos, oraciones, giras campestres, etc.

Pasó el tiempo, los padres se separaron, ya no iban a la iglesia, ella se juntó con un hombre para formar una familia y tuvieron un hijo.

Algunos años más tarde, el niño enfermó gravemente. Ella estaba muy angustiada. Como vivían en áreas rurales estaban muy lejos de los centros médicos, los recursos monetarios no existían y la angustia crecía…

En ese doloroso estado se hizo una luz en sus memorias. Recordó que en la iglesia adonde había asistido hacía varios años, oraban por los enfermos y se sanaban. Hacía tanto tiempo que no oraba… pero debía intentarlo… Entró a su humilde dormitorio; se arrodilló al lado de su cama, y sin más protocolos, dijo: “Dios, si existes y me escuchas, envíame un misionero para que ore por mi hijo”. Se levantó más tranquila. Había un recurso que no había explorado. Era cuestión de esperar.

Y… ¡Oh sorpresa! Al día siguiente, a las nueve de la mañana, llegó el misionero con su impecable uniforme blanco. Hizo la oración de Sanidad Divina y el muchacho empezó a sanar.

Años después pude ver al joven de la historia, robusto y saludable.

La oración es el recurso infalible de los que se acercan a Dios. La oración ayuda al hombre a conseguir sus más altos anhelos espirituales. Ella genera luz interior, paz inefable y da al humano la seguridad de que no está solo en el vasto universo. Puede hacerse de pie con las manos extendidas hacia arriba, de rodillas, sentado, acostado, mientras hace algún trabajo, etc. Lo importante es esto: Cualquiera que sea la posición del cuerpo, el alma debe estar de rodillas ante la majestad del Todopoderoso.

La oración mueve el brazo de Dios, que mueve el mundo”. “El que se levanta de orar ya no es el mismo que se arrodilló”.

La oración una forma de acercarme a Dios

LA BIBLIA, EL MANUAL PARA ACERCARME A DIOS

“La lectura de la Biblia echó los cimientos de la educación popular, que ha cambiado la faz de las naciones que la poseen”.  -Domingo Faustino Sarmiento. Educador argentino.

La Biblia es para mí el enorme poema histórico y divino en el que necesito leer todas las noches antes de dormirme para que se enriquezca de belleza y poesía mi mundo espiritual”.  -Juana de Ibarbourou. Poetisa uruguaya.

Cuando la Francia sepa leer no dejéis sin dirección la inteligencia que habréis desarrollado. Inundad los pueblos del Evangelio de Cristo, distribuid una Biblia en cada cabaña”.  –Víctor Hugo. Escritor francés.

La Biblia contiene los oráculos de Dios y da a conocer Su voluntad para el género humano. Adquirirla, amarla, leerla con reverencia, escudriñarla y obedecerla. He ahí un secreto para acercarse a Dios.

Querido lector, al haber concluido esta lectura, reciba usted nuestra sincera felicitación. Está ocupándose de los valores eternos. Si sigue estas orientaciones recibirá bendiciones del cielo.

CÓMO ACERCARME A DIOS

6 comentarios en “CÓMO ACERCARME A DIOS”

  1. ¡Gracias! Dios bendiga a todos los que invierten tiempo en la salvación de las almas. ¡Dios le bendiga a usted!

  2. Dios les bendiga en gran manera, y les permita llegar a muchos con estos preciosos mensaje que nos ayudan a tener la forma correcta de buscar a Dios.

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